Como
una sobreviviente de la guerra de la vida, no puedo olvidarla. Ella vive en mi,
y se presenta cada día. En todo lo que hago, ella me domina. No se cree la edad
que tiene, porque ahí, donde vive, el tiempo no existe.. está a salvo.
Te
recuerdo niña, te recuerdo quieta.
Respirando silencios en las tardes muertas..
pendiente
tu risa, robada inocencia,
rumiando preguntas, sin hallar respuestas.
Te recuerdo entonces, a solas… serena;
Te recuerdo entonces, a solas… serena;
Dibujando
en tu alma con tus acuarelas,
colores
que tiñan tu nostalgia eterna.
Buscando
en un libro puentes a otra tierra,
donde
habiten hadas, duendes y
princesas.
Donde
no hayan monstruos, ni negras tormentas
y el aire acaricie tus alitas nuevas.
Allí donde la muerte, es solo leyenda;
donde no hay fantasmas, dolores, ni penas.
Habítame
niña, no dejes que muera
Dentro
de mi ser, tu infinita esencia.
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